¿Pero qué es una orgonita? ¿Y por qué funcionan?
La verdadera orgonita es casi comparable a la búsqueda de la piedra filosofal.
Los componentes y las mitologías respecto de proporciones, tipos de metales, cuarzos, tipos de cuarzos, combinaciones, se extienden hasta el absurdo, y para cada fórmula es posible encontrar a una o un férrea/o defensora defensor.
Para cada fórmula hay alguien que escribe, filma, y habla sobre sus experiencias con estas orgonitas y afirma y defiende a capa y espada esta fórmula, en detrimento de todas las demás. Es decir “sólo esta es la que funciona, así debe hacerse”.
Este es uno de los temas principales de los que hablamos en el curso de fabricación de orgonitas y también con nuestras y nuestros clientes/as.
Es un adoquín duro de roer, ya que la mayoría de las personas se guían por la mayoría de las personas y qué dicen o afirman, en vez de probar y buscar por sí mismas.
Desde 2010 fabricamos orgonitas, hemos probado absolutamente todas las fórmulas que ya existen y han fabricado otras personas, y también hemos inventado otras, incorporando otros materiales.
Por experiencia directa, debemos decir que una misma fórmula no funciona eternamente de la misma manera para la misma cosa. Una misma orgonita no funciona igual todo el año, para el wifi. Una misma orgonita no funciona igual para combatir depresión o mejorar el sueño, en forma constante.
Como ya sabemos, el alma motor de las orgonitas es el cristal de cuarzo que tienen en su interior, y el cristal de cuarzo es un ser vivo, que interactúa con el/la operador/a, que resulta ser un/a ser humano/a, mutante mutable, y que influencia al cristal así como a todo lo que está vivo a su alrededor.
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Por lo tanto no hay una orgonita 100% efectiva y otra 100% negativa.
Según quién opere la orgonita y para qué quiera usarla, en cierto momento, será su efecto.
Si te interesa crear tus propias orgonitas te invitamos al próximo workshop de fabricación,
el 21 de enero a las 16hs en Bme Mitre 1225 CABA
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.Las orgonitas son máquinas vivas, que interactúan con nuestro plasma, nuestra aura, nuestra energía vital. No son máquinas muertas, mecánicas, zombies, que pulsan invariablemente impactando de la misma forma y con las mismas cualidades por los siglos de los siglos.
Las orgonitas son dispositivos de creencia y de energía vital.
Qué creas, cómo lo creas, cuánto lo creas, definirá verdaderamente su “eficacia”.